Las dos rutas

Son dos rutas opuestas - una, conduce
al mundo fenomenico que habitamos.
La otra, al Infinito.
Ambas surgen de la misma Fuente,
la cual con su Energia nos dirige
al mundo efimero del placer y el dolor.
Con su Amor nos lleva a nuestro Origen.

En su dimension terrenal la Energia es
irresistible. Es fiesta para los sentidos
y reto para el intelecto.
Es el impetu que nos conduce a lo
conocido, al mundo apasionado
del vivir donde perdemos la vision
inmortal y la dicha se derrumba.

Alli todo es ilusorio como la luz
lunar sobre las ondas del mar.
Alli bebemos el licor del olvido
que nos transporta a la Cotidianidad,
donde borramos de nuestra memoria
el extasis que trasciendo el tiempo y nos
aprisiona en la falsedad fenomenica.

La ruta del Amor es un bautismo
en las aguas de lo desconocido.
No hay camino para llegar alli.
Es la ruta invisible del ritmo
y la armonia - el reino de la intuicion.
No existen alli lineas rectas ni reglas.
La mejor guia es el corazon.
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