-En el cauce del río-
Serenamente el caudaloso río
se desliza en su cauce.
No lo impulsa su propia voluntad
ni su gran poderío.
Es la Fuerza del Destino que lo guía
inevitablemente.
Y es su Origen que ordena el
retorno a la Fuente.
Siempre buscamos
pretéritos comienzos.
Mas es la presunción
lo que nos pierde,
haciéndonos creer que todo
depende de nosotros.
Aunque estemos en cauce
nunca hallamos la Fuente.
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Saturday, September 19, 2009
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